Esposo querido, hoy envío mis palabras al cielo con la esperanza de que lleguen hasta ti. Extraño tus abrazos, tu mirada y esa manera tan única de hacerme sentir amada. En cada cumpleaños tuyo me invade la tristeza, pero también me rodea la gratitud de haber compartido mi vida contigo. Ojalá pudiera darte un regalo, soplar las velas a tu lado o simplemente tomarte de la mano, pero hoy mi único obsequio es mi amor eterno, un amor que nunca morirá. Feliz cumpleaños, amor de mi alma.