Mi vida,
Hoy es tu día, y no puedo evitar sentirme profundamente emocionado. Porque no solo celebro tu cumpleaños, sino también la fortuna de haberte encontrado, de poder compartir mi vida contigo, de conocer a la persona más maravillosa que existe.
Desde que llegaste, todo en mí cambió. Aprendí que el amor no se mide en palabras, sino en miradas, en silencios, en esos abrazos que dicen más que mil frases. Eres la calma que necesito, la sonrisa que me rescata, la pasión que me impulsa a soñar.
A veces me quedo pensando en lo increíble que eres. En tu capacidad para amar con todo el corazón, en cómo haces que lo imposible parezca fácil, en cómo logras ver lo mejor de todo y de todos.
Eres esa mezcla perfecta de fuerza y ternura, de locura y sensatez, de fuego y dulzura.
Hoy quiero agradecerte por tanto: por amarme incluso cuando no soy perfecto, por apoyarme en cada paso, por creer en mí, por ser mi compañera, mi cómplice, mi hogar.
Feliz cumpleaños, mi amor.
Deseo que la vida te abrace con todo lo bonito que tiene, que este nuevo año te regale nuevas metas, nuevas alegrías y la certeza de que siempre estaré aquí para ti.
No sé qué haría sin ti, y sinceramente, no quiero saberlo.
Te amo con todo lo que soy y todo lo que seré.
Feliz cumpleaños, mi razón de vivir.