Hoy cumplirías un año más de vida, mi princesa, y aunque no pueda verte crecer ni abrazarte, me gusta pensar que en el cielo estás sonriendo, que brillas con más fuerza que nunca y que sientes cada pensamiento que te dedico. No pasa un solo día sin que te recuerde, sin que imagine cómo sería tu vida aquí a mi lado. Este cumpleaños es diferente, como lo han sido todos desde tu partida, pero mi amor es eterno y atraviesa cualquier distancia. Feliz cumpleaños, mi niña hermosa, allá donde el tiempo no existe y donde sé que me esperas.