Desde aquÃ, cierro los ojos y me imagino celebrando contigo. Escucho tus risas, veo tu felicidad y siento que, aunque estemos lejos, seguimos unidas por el corazón. Feliz cumpleaños, mi vida.
Mi querida nieta, cada año que pasa me doy cuenta de lo afortunada que soy por tenerte. Aunque no podamos compartir este dÃa en persona, mi amor cruza cualquier distancia para abrazarte con toda el alma.
Si pudiera, llenarÃa el cielo de abrazos para que uno de ellos llegara hasta ti. Celebro tu vida con emoción y gratitud, porque ser tu abuela es uno de los mayores regalos que la vida me ha dado.