Mi adorada hermana,
Hoy es un día para celebrar, pero también para reflexionar sobre todo lo que has vivido y todo lo que te espera.
Has crecido tanto, no solo en años, sino en sabiduría, en fortaleza y en amor. Eres una persona que ilumina el camino de quienes te rodean, que da sin medida, que escucha, que comprende, que se preocupa.
He visto cómo te esfuerzas, cómo luchas por tus metas, cómo superas los obstáculos sin perder la sonrisa. Eso es algo que admiro profundamente. No importa cuántas veces la vida intente ponerte a prueba, siempre encuentras la forma de salir adelante con elegancia, con humildad y con esperanza.
En este cumpleaños quiero recordarte lo valiosa que eres. No solo para mí, sino para todos los que tienen la suerte de conocerte.
Tu corazón es noble, tu mente brillante y tu alma inmensa. Eres capaz de cambiar el día de alguien con una simple palabra o un abrazo sincero.
Deseo que este año te encuentre rodeada de amor verdadero, de proyectos que te ilusionen y de personas que te quieran bien. Que sigas creciendo, aprendiendo y brillando como lo haces siempre.
Y sobre todo, que nunca dejes de creer en ti, porque eres capaz de alcanzar todo lo que sueñas.
Feliz cumpleaños, mi hermana hermosa.
Gracias por ser mi familia, mi amiga, mi ejemplo y mi orgullo. Que la vida te regale tanto amor como el que tú repartes cada día.