Querida hermana,
Hoy, en el dÃa de tu cumpleaños, quiero detenerme un momento y agradecerle a la vida por haberte puesto en mi camino. Desde que llegaste, llenaste todo de alegrÃa, de ternura y de amor sincero. No hay palabras suficientes para describir lo importante que eres para mà ni lo mucho que valoro tenerte como hermana.
Hemos compartido tantos momentos, algunos alegres, otros tristes, pero en todos ellos tú siempre has estado ahÃ, firme, con esa luz tuya que nunca se apaga. Eres esa persona con la que puedo ser yo mismo/a sin miedo, con quien puedo hablar de todo, reÃrme hasta las lágrimas o simplemente quedarme en silencio y sentirme comprendido/a.
Admiro tu fuerza, tu sensibilidad, tu manera de luchar por lo que crees y tu capacidad de levantarte cada vez que la vida te pone a prueba. Pocas personas tienen tu corazón, tan grande y tan noble, capaz de dar sin esperar nada a cambio.
Hoy quiero que recibas todo el cariño que das multiplicado por mil. Que el universo te devuelva en sonrisas cada lágrima, en abrazos cada preocupación, y en felicidad cada esfuerzo que has hecho para ser quien eres.
Mereces todo lo bueno que la vida puede ofrecer: amor verdadero, paz, estabilidad, salud y sueños cumplidos.
Feliz cumpleaños, mi hermana del alma. No importa cuánto pase el tiempo, siempre serás ese pedacito de mi corazón que camina fuera de mÃ. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar.