Feliz cumpleaños, abuela adorada. Cada arruga en tu rostro cuenta una historia de amor, de lucha y de entrega, y yo las veo como medallas de vida. Me siento orgulloso de tener una abuela tan valiosa y tan fuerte como tú. Que este día esté lleno de alegría, de canciones, de abrazos apretados y de buenos deseos. Pero, sobre todo, que este nuevo año te traiga la paz que mereces y la certeza de que eres el alma de nuestra familia.