Hija mÃa, cada cumpleaños tuyo es un motivo de alegrÃa inmensa para mÃ, porque me recuerda el maravilloso dÃa en que llegaste para darle sentido a mi vida. Has sido mi mayor maestro, aunque seas mi hija, porque contigo aprendà lo que significa el amor incondicional, la paciencia y la esperanza. Hoy que celebramos tu vida, quiero desearte todo lo mejor que este mundo pueda darte: salud, felicidad, amor verdadero y sueños cumplidos. No olvides nunca que eres capaz de lograr todo lo que te propongas, que tu valor no depende de nadie más y que siempre estaré a tu lado, aplaudiendo tus triunfos y apoyándote en los momentos difÃciles. ¡Feliz cumpleaños, mi niña!