Querida madrina, hoy me llena de emoción escribirte estas palabras. Desde que llegaste a mi vida, me has demostrado que los lazos del corazón son tan fuertes como los de la sangre. Eres familia, amiga y cómplice, todo en una sola persona. Que este cumpleaños sea el comienzo de una etapa maravillosa, donde reine la salud, la calma y la felicidad. Gracias por ser tú, simplemente tú: auténtica, amorosa y única.