Feliz cumpleaños, sobrina querida, aunque la vida me duela sin tu presencia, hoy miro al cielo y me aferro a la esperanza de que tus alas de ángel reciban todo el amor que todavÃa guardo para ti.
Sobrina, tu partida fue injusta y dolorosa, pero en tu cumpleaños quiero recordarte como eras: una luz brillante, un alma pura y un regalo de Dios para mi vida.
Sobrina mÃa, en este dÃa tan especial quiero regalarte mis pensamientos más puros, mis recuerdos más felices y mis oraciones más sinceras, para que en el cielo sientas cuánto te sigo amando.
Feliz cumpleaños, sobrina, aunque la distancia entre nosotros sea infinita, mi amor traspasa el tiempo y el espacio para llegar a ti en forma de suspiro y oración.
Hoy celebro tu cumpleaños de la única manera posible, sobrina: recordándote con ternura, agradeciendo tu vida y enviándote al cielo todo el amor que aún late en mi alma.