Hoy el cielo está de fiesta porque es tu cumpleaños. Imagino a los ángeles rodeándote con flores y sonrisas, mientras desde aquà te envÃo mi amor eterno. Suegra querida, gracias por tu cariño, tus enseñanzas y tu bondad, que siguen viviendo en cada uno de nosotros.
En tu cumpleaños quiero recordarte con una sonrisa. Aunque te extraño, prefiero celebrar la hermosa persona que fuiste. Suegra, tu amor sigue vivo en nuestras memorias, y cada dÃa que pasa te sentimos más cerca.
Feliz cumpleaños en el cielo. En este dÃa tan especial, quiero agradecerte por haber sido más que una suegra; fuiste una segunda madre, una amiga y un ejemplo. Tu recuerdo sigue vivo, y tu amor continúa iluminando nuestras vidas desde allá arriba.
Feliz cumpleaños, suegra del alma. No hay distancia que borre tu recuerdo ni tiempo que apague el amor que sembraste. Hoy te celebro desde la tierra, recordando todo lo hermoso que nos diste y deseando que sigas descansando en la gloria eterna.