Feliz cumpleaños, mi ángel eterno. No estás aquÃ, pero sigues siendo la dueña de mi corazón. Hoy celebro tu vida con nostalgia, con lágrimas y con una sonrisa que nace de los recuerdos hermosos que compartimos. Te amaré siempre, hasta el último suspiro, porque un amor como el nuestro no conoce de despedidas.