Amada esposa, hoy es tu cumpleaños y quisiera tenerte a mi lado para llenarte de besos y caricias. No puedo hacerlo, pero en cambio elevo mis pensamientos al cielo y te envÃo todo el amor que siento. Los recuerdos de nuestras risas, de nuestras conversaciones largas, de tus abrazos cálidos, son ahora mi refugio. Feliz cumpleaños en el cielo, cariño. Sé que los ángeles te rodean y que brillas más que nunca. Te extraño con todo mi ser, pero me consuela pensar que algún dÃa volveremos a encontrarnos y celebraremos juntos como antes.