Hija de mi alma, feliz cumpleaños en el cielo. Sé que estás lejos de mis brazos, pero nunca lejos de mi corazón. En cada estrella que contemplo veo tu brillo, en cada soplo del viento siento tu presencia y en cada recuerdo vuelvo a abrazarte. Hoy celebro tu vida con lágrimas y con sonrisas, porque fuiste mi mayor regalo y siempre lo serás. Te extraño con cada fibra de mi ser, pero me consuela imaginar que me miras desde lo alto y que te enorgulleces de mÃ, asà como yo siempre estaré orgullosa de ti.